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Los Azules Cubanos
Introducción
El término raza se refiere a cada uno de los grupos en que se subdividen las especies (humanas y no humanas) y ha sido objeto, sobre todo las humanas, de innumerables polémicas aún no resueltas definitivamente. Las categorías raciales más usadas están basadas en los caracteres biológicos visibles, es decir, en los rasgos que se usan en la descripción de los seres vivos.
Como el caso que nos ocupa es el de una especie NO HUMANA, la Felis silvestris, podemos obviar todas las disquisiciones socio-políticas que complican el panorama de la especie humana y trabajar con parámetros más pragmáticos y accesibles.
Una definición de raza que resulta en extremo práctica es la de ser “una variedad constante en una especie animal” y si la analizamos en sus partes componentes, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, variedad, en una de sus acepciones, se refiere a una “diferencia dentro de la unidad”, es decir, una raza de gatos es una diferencia constante dentro de la especie Felis silvestris.
En términos prácticos el reconocimiento de distintas razas dentro de una misma especie sería algo fácil de resolver. Imagine que se le pide que separe 100 ejemplares de la especie Felis silvestris de acuerdo a sus razas, para lo que simplemente tendría que agruparlos de acuerdo a sus características fenotípicas: aquellos gatos con cabezas de forma esférica, cuerpos abarrilados, hocico corto, nariz chata y muy peludos los pondría (si los logra agarrar) en la habitación con el rótulo “PERSAS”; aquellos con ojos de color azul intenso, pelo corto, con las orejas, patas, garras, máscara y cola de un color más oscuro que el resto del cuerpo los pondría en la habitación de los “SIAMESES”; aquellos que parecen trigresitos, con un manto de camuflaje moteado o veteado, cabezas relativamente pequeñas en proporción con el cuerpo, colas gordas y no muy largas los pondría entre los “BENGALIES”… y así, hasta que todos los gatos estuviesen en las habitaciones de las razas a que pertenecen. Simplemente los hemos agrupado tomando en cuenta sus características fenotípicas individuales y que distinguen las distintas razas.
Pero, ¿cómo surgen las razas dentro de las diferentes especies?.
Para entender esto, tenemos que acudir a una definición, también muy pragmática, de “especie”, considerándola como un grupo natural de individuos, capaces de cruzarse entre sí y generar una prole viable y fértil. Cuando se cruzan especies distintas, puede suceder como en el caso del burro y la yegua, que producen una prole viable (mulo) pero infértil; en la mayoría de los casos, no se produce descendencia.
Una característica fundamental de la especie es que todos sus miembros tienen el mismo número de cromosomas en el núcleo de sus células, lo que permite que en el momento de la concepción, los cromosomas de cada uno de los progenitores se apareen con el cromosoma homólogo del otro miembro de la pareja y de esta forma crearse un huevo fertilizado que contiene material genético de ambos padres, mitad a mitad.
En el conjunto de genes aportado por cada progenitor en el momento de la fecundación, está prácticamente predeterminado el futuro del ser vivo que nacerá y que servirá de base sobre la que podrá actuar el medio ambiente para conformar el individuo: blancos, negros, naranja, tabbies o bicolores, hembras o machos, con tendencia a la calvicie o a la diabetes, TODO, está determinado en la fusión del material genético aportado por cada progenitor.
Sin embargo, este material genético está expuesto a daños, que bien pueden aparecer al azar durante el proceso natural de divisiones celulares o provocados por diferentes factores del medio ambiente como pueden ser las radiaciones o diferentes sustancias y provocar mutaciones, es decir, alteraciones producidas en la estructura o en el número de los genes o de los cromosomas de un organismo, que son transmisibles por herencia y que pueden reflejarse en el fenotipo del individuo, con la aparición de nuevos caracteres ausentes en sus ascendientes.
Hay dos condiciones sine qua non para que una raza sea considerada como tal:
- Que del cruzamiento de dos miembros de la misma de distinto sexo, la prole tenga caracteres similares a ambos progenitores.
- Que estos caracteres sean transmitidos por herencia.
Una nueva raza puede aparecer por diferentes mecanismos, tanto espontáneos y naturales como dirigidos por el hombre o una combinación de ambos.
Los primeros son comunes en las poblaciones con un alto grado de endogamia, en donde genes mutantes recesivos se ponen en evidencia al aumentar las probabilidades al azar de homocigosis y si los nuevos caracteres resultan ser provechosos en términos de la selección natural, esto facilita la supervivencia de los mutantes y la expansión de los mismos.
Un ejemplo muy documentado del segundo mecanismo lo representa la creación de la raza Himalaya (considerada una variedad de la Persa en algunas asociaciones) por los criadores norteamericanos Virginia Cobb y el Dr. Clyde Keeler, quienes se propusieron desde sus inicios la creación de una raza con la estructura y demás características de la Persa, pero con el patrón de color acromelánico de la Siamesa, a partir del cruzamiento de ejemplares de ambas razas, hasta que publicaron sus trabajos en un artículo que apareció el mes de Septiembre de 1936 en la revista The Journal of Heredity, después de seis años de cría dirigida y selección.
De forma similar y un ejemplo más interesante lo constituye la creación de la raza Bengalí, pues hasta a su creadora, Jean Mills, tomó de sorpresa cuando su leoparda asiática Malaysia, quedó preñada en 1963 de un gato doméstico que le había puesto de compañía, pues fue uno de esos raros y poco comunes casos de hibridación entre sujetos de distintas especies (Prionailurus bengalensis y Felis silvestris). Aunque los machos de las primeras generaciones de descendientes eran infértiles, algunas hembras resultaron fértiles al principio, lo que permitió que pasados unos años se continuara el trabajo en 1980 y con ello que hoy disfrutemos de esta bella raza.
El tercer mecanismo ha dado sus frutos con no poca frecuencia, cuando se detecta por el dueño de la gata parida, algún cachorro que difiere en sus características fenotípicas de sus hermanos de camada y así han surgido razas como la Scottish Fold, Devon Rex, Cornish Rex, Balinesa, etc., después de trabajos de selección y retro cruzamientos de los cachorros mutados con sus padres y posterior expansión. En Cuba, este ha sido el origen de los Balineses que exhibimos en nuestras exposiciones y que en la actualidad son objeto de un trabajo de consolidación de la raza.
En la actualidad, sin contar los Azules Cubanos, hay reconocidas por distintas organizaciones internacionales que se ocupan del registro genealógico felino cinco razas de gatos de color azul. Ellas son:
- La Azul Rusa
- Esta raza es de origen natural, se cree proveniente de la zona de Arcángel, Rusia e introducida en Europa en los 1860s por marinos. Es de pelo corto gris azuloso, con un doble manto que le confiere un aspecto y textura densa, con reflejos plateados en las puntas, los ojos vívidos de color verde oscuro.
La NebelungEsta es una raza de muy reciente creación, establecida a partir de los descendientes de una pareja de la criadora norteamericana Cora Cobb y constituyen la variedad de pelos semilargos de los Azules Rusos. Ha sido reconocida por TICA, WCF, LOOF y asociaciones independietes de Holanda, Bélgica y Alemania.
La ChartreuxEs una raza natural y se cree traída a Francia por los Cruzados en el siglo XIII; su primera mención documentada la hizo el naturalista francés Buffon en el siglo XVIII. Es grande y musculosa, con extremidades relativamente cortas y de huesos finos. Tiene doble manto resistente al agua y su textura es lanuda. Una de sus características más relevantes son sus ojos, casi redondos sin llegar a ser como los de los Persas y de un color ámbar brillante.
La KoratEsta es una de las razas más antiguas documentadas y ya se menciona en “Los poemas del libro de los gatos” que data del año 1350. Es procedente de Thailandia, de tamaño mediano a pequeño y muy magros. De estructura ligeramente abarrilada, son muy densos y con alto tono muscular, sorprendentemente pesados para su tamaño. Una de sus características distintivas es la forma acorazonada de sus cabezas.
La Azul BritánicaAunque considerados por algunos como una raza independiente, en realidad constituyen una variedad de los Pelos Cortos Británicos. Son animales robustos, musculosos, de cabeza redonda, ojos color ámbar brillantes y reconocidos por la totalidad de las organizaciones internacionales importantes. En sus orígenes los criadores utilizaron Persas para mejorar su tipo y estructura.
Justificación del reconocimiento de la nueva raza
La Azul Cubana es una raza de reciente reconocimiento por nuestra Asociación, pero desde hace muchos años sabíamos de la existencia de estos hermosos animales; afortunadamente y gracias a su bella y poco común apariencia, deambulan poco por las calles, pues sus ejemplares siempre encuentran curiosos dueños que los acogen y cuidan. Se ha reportado su presencia a lo largo de toda Cuba.
Esta es una raza completamente natural, surgida espontáneamente por cruzamientos al azar y la única intervención humana en la actualidad es la selección de los mejores ejemplares y sus cruzamientos dirigidos, a fin de lograr animales cada vez más perfectos. Su enorme ventaja es la diversidad de su potencial genético, carente en lo absoluto hasta ahora de endogamia (cruzamiento entre familiares), lo que les asegura pocos problemas congénitos y de fertilidad.
Sobre su posible origen sólo podemos especular. Su característica más distintiva que es el hermoso color gris plateado (azul, en el argot de los aficionados a los gatos) de su manto, sólo se logra cuando en su genotipo está presente el gen recesivo “d” en homocigosis, que “diluye” el color negro a un gris plateado. La introducción del gen d a Occidente vino con los gatos siameses provenientes de Asia en el siglo XIX y ese también pudo haber sido el origen de su presencia en nuestro país, aunque no está excluida la posibilidad de una mutación espontánea al azar. No es raro encontrar gatos siameses en libertad en nuestro medio, lo que podría explicar la difusión incontrolada del gen “d”.
Nuestra Asociación sólo recientemente acometió el trabajo con esta raza y los resultados obtenidos hasta ahora en las montas dirigidas efectuadas son excelentes, obteniéndose camadas de magnífica calidad y de acuerdo a lo esperado. Han nacido trece cachorros de las dos variedades, tres de los cuales ya son F2 y cumplen con todos parámetros.
Variedad pelos cortos | Variedad pelos semilargos |
La Comisión Genética de la ACAG describe esta raza en el estándar de la misma:
Descripción General
Los Azules Cubanos son animales de tamaño mediano a grande, con cuerpos desarrollados, robustos y de apariencia resistente. Las hembras son generalmente más pequeñas, pero deben de ser similares proporcionalmente. Son gatos de pelos cortos o semilargos en dependencia de su variedad. La cabeza debe ser redondeada y armonizar con la cuadratura de su hocico. La impresión general debe ser de fortaleza, balance y simetría, indicando poder, resistencia y agilidad.
Se debe dar gran importancia al color de su pelaje, que debe ser de un gris azulado en cualquier tonalidad y presentando reflejos plateados.
CABEZA:
- Forma:
- Mediana, más ancha que larga, con mofletes prominentes en machos adultos y contornos craneanos redondeados. En la vista frontal hay la misma distancia desde la base de las orejas hasta el medio de los ojos y desde aquí, hasta la punta del mentón.
- Orejas:
- Medianas, no muy anchas en la base y con puntas redondeadas.
- Ojos:
- De medianos a grandes, el borde superior almendrado y el inferior redondeado. El color debe ser amarillo-verdoso en todas sus tonalidades.
- Mentón:
- Fuerte y lleno, en línea vertical con el labio superior.
- Hocico:
- De tamaño corto a mediano, con apariencia cuadrada.
- Nariz:
Mediana, con el mismo ancho en toda su longitud. En la vista de perfil hace una ligera curva cóncava en el puente nasal. La piel de la nariz debe ser del color del manto.
- Frente:
- Ancha, el espacio entre las orejas es plano en la vista frontal; en la vista de perfil forma una curva suave que fluye hacia el cuello.
- Cuello:
- Mediano, fuerte y musculoso.
CUERPO:
- Torso:
- Musculoso, de consistencia sólida, con igual masividad en hombros, pecho y cuartos traseros. La espalda es ancha y recta. Vista de perfil muestra una ligera pendiente que va desde las caderas hasta la base de la cola.
- Patas:
- Muy musculosas y de osamenta mediana, rectas y paralelas.
- Garras:
- Poderosas, redondeadas y llenas. Las almohadillas plantares deben de ser del color del manto o color berenjena.
- Cola:
- Mediana, gruesa en la base y afilándose hacia el extremo, que debe ser redondeado.
- Osamenta:
- De mediana a grande.
- Musculatura:
- Desarrollada, con fuerte tono muscular.
MANTO:
- Largo:
- En la variedad de pelos cortos, los pelos deben de ser cortos y parejos y en la variedad de pelos semilargos, deben de ser de longitud mediana y uniformes en todo el cuerpo.
- Textura:
- En la variedad de pelos cortos, denso, suave y afelpado; en la variedad de pelos semilargos, suave y sedoso.
- Color:
- Debe ser de un color gris azulado en cualquier tonalidad. El tono debe ser uniforme en todo el manto. Deben reflejar un brillo plateado.
OTROS
- Balance:
- Generalmente las hembras son de menos tamaño. En ambos sexos debe apreciarse armonía y proporción, que son de la mayor importancia.
- Condición:
- Buen estado de manto, peso adecuado y buen estado general.
SE PERMITE:
- Sombras tabby en el manto.
- Menor tamaño en las hembras.
- Ojos algo almendrados.
- Mofletes en adultos.
SE PENALIZA:
- Orejas largas y puntiagudas o implantadas muy juntas
- Cuello muy corto y grueso o muy largo y fino.
- Cola muy finas, tipo látigo o muy corta y gruesa o enrollada en la espalda como una ardilla.
- Torso muy corto y rechoncho o muy largo y delgado.
- Cuartos traseros débiles.
- Alguna parte del cuerpo fuera de balance.
- Piel de la nariz o almohadillas plantares de un color diferente al manto o que no sean de color berenjena.
SE DESCALIFICA:
- Manchas blancas o de otro color en el pelaje.
- Evidencias de hibridación.
- Manchones erráticos de pelos blancos (“lockets”).
- Los considerados en la lista general de descalificaciones.
El trabajo con los Azules Cubanos sólo acaba de empezar, pero son muy estimulantes los resultados obtenidos, así como la acogida recibida de parte de la afición cubana. Queda un largo camino por recorrer, pero tenemos plena confianza en la calidad de los ejemplares que hasta ahora han servido de fundamento para el desarrollo y extensión de la raza, lo que nos lo prueba la calidad de las camadas obtenidas.
Los Orejas en Caracol Cubanos
La vida a veces nos da oportunidades, que si las dejamos pasar, no se repiten y ese es el caso de unos gaticos con “defectos” en las orejas, que comenzaron a nacer en una bodega de la barriada habanera del Vedado.
Cuando nos enteramos y fuimos a verlos, nos dijo el bodeguero que tenía una gata que paría cachorros sin orejas e inquiriendo más sobre el asunto, nos dimos cuenta que el responsable del fenómeno no era la gata, sino un gato dominante “sin orejas”, que frecuentaba el lugar durante los celos de Pelusa, que es el nombre de la gata.
La foto que se muestra corresponde a dos machitos, como de dos meses de edad, de la última camada nacida y los que ya están en nuestro poder para el ulterior trabajo que esto conlleva.
Existen en el mundo dos razas de gatos reconocidas, producto de mutaciones en las orejas: los Scottish Fold y los American Curl. En la primera, el pabellón de la oreja aparece plegado al medio y en la segunda, este se muestra abierto hacia atrás. En ambos casos, el alelo mutado es dominante, con una penetrancia incompleta en el primero.
Como se puede observar en las fotos que se muestran, en el caso de los “caracoles”, como los llamaremos por ahora, prácticamente no existe pabellón de la oreja y este forma una especie de caracol, con el borde interno “soldado” a la piel del cráneo y de donde salen mechones de pelo abundantes, que en las fotos pueden confundir como si fuesen orejas.
Tenemos por delante un largo estudio con estos ejemplares y su descendencias, antes de poder decir que tenemos una nueva raza: ver el tipo de dominancia del alelo, si conllevan trastornos esqueléticos en el animal, su comportamiento en estado de homocigosis, además de otras características, para lo que es necesario obtener y trabajar genéticamente con varias generaciones, lo que nos llevará algún tiempo.
En estos momentos, Octubre/2013, tenemos 7 ejemplares: 4 machos y 3 hembras.