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El Bengalí: tendencias actuales y retos futuros

Érase una vez, una hechicera que soñaba tener la compañía de una extraña criatura con la apariencia externa de una fiera salvaje y el comportamiento del gato negro que la acompañaba en sus brujerías nocturnas…K800_Altahabana-Sabrina

Y así pudiera comenzar un cuento fantástico con no pocos elementos grotescos, góticos y hasta del estilo de la escritora Mary Shelley que diera vida a Frankenstein en 1918. Pero no se trata ni de brujas, ni de bizarros injertos. Es acerca de una historia real que comenzó por los años ochenta del siglo XX y diera lugar a una de las más espectaculares razas de gatos: La Bengalí.

En este artículo que toma información del sitio web Spice Bengals a cargo de Boris Ehret, solo se ahondará en la variedad Carmelita Moteada, que son en el mundo los que más comúnmente se pueden encontrar en exposiciones y escoger sin vacilación como mascotas. Esta es una raza fascinante que se ha desarrollado a velocidades vertiginosas y de la que en este minuto sus límites son insospechados; lo que parecía imposible hace poco tiempo hoy es algo común, mientras que muchas de las cosas que aquí aparecen estarán desactualizadas en tres o cuatro años.

Salud y temperamento

El temperamento apropiado del gato está relacionado con la predisposición genética y con una buena socialización de los cachorros. Esta fue una prioridad de primer orden por parte de los criadores que intervinieron en las tres primeras generaciones, F1/F3. A partir del F4 el Bengalí no se considera un híbrido entre leopardo asiático y gato doméstico, y tiene que ser necesariamente de carácter amoroso y afectivo. De lo contrario, si se exhibe o procrea con animales agresivos o nerviosos solo se logra perpetuar esas ideas erróneas que son de por si intrínsecas a la raza. Un criador responsable debe trabajar con líneas que no presenten problemas de comportamiento ni cuadros hereditarios de salud.

¿Qué es la apariencia salvaje?

Esta es una pregunta un tanto compleja de responder y para ilustrarlo mejor me referiré a dos ejemplares legendarios.

El primer gato IW SGC JumanjiGidget of Beachbengals es una encantadora hembra que fue la mejor cachorra Bengalí del mundo (TICA), en la temporada 2000/2001. Impresionó a los jueces por sus enormes rosetas tricolores, casi como de leopardo, en forma de rosquilla, que no son más que círculos cerrados. Tenía pocas líneas verticales, un color naranja cálido bien contrastado unido a un pelaje suave como la seda y prácticamente sinticking (bandas de color alternas en cada pelo que brinda camuflaje en la vida salvaje y que difumina los contornos del patrón e impide el alto contraste necesario entre las manchas y el color de fondo).

El segundo gato es IW SGC Huntedonhall Atlas of Elan, un joven macho que fue el mejor adulto durante la misma temporada. Tiene una hermosa cabeza, con ojos grandes y expresivos, una nariz grande que forma un perfil perfectamente recto. Tiene también orejas muy pequeñas y redondeadas, y una cola gruesa no muy larga. Su pelaje es entre gris y amarillo arena y tiene un ticking considerable.

Hasta un inexperto podría notar la diferencia. Para simplificar un poco, podemos decir que Gidget ganó gracias a su manto (patrón) y Atlas gracias a su estructura morfológica (tipo). Estos son dos componentes que deben ir de la mano cuando de apariencia salvaje se trata y los Bengalíes del mañana deberán poseer estas dos cualidades.

Las rosetas

Las rosetas son motas bicolores. Según el estándar, las rosetas son preferibles a las motas simples y su forma, tamaño y color brindan un amplio espectro de posibilidades, siempre deben ser claramente visibles y en contraste con el color de fondo. La Bengalí es la única raza con rosetas, a pesar de haber dado lugar más recientemente a nuevas razas como Serengeti, Toyger, Cheetoh, Savannah, entre otras. Es por eso que por mucho tiempo se pensó que estas rosetas eran reminiscencias del pasado salvaje del Bengalí y hoy en día sabemos que los Bengalíes marmolados tricolores fueron muy importantes en la evolución de las rosetas.Hace sólo 10 ó 15 años, la gente trepidaba de felicidad cuando un gato presentaba un par de rosetas a cada lado de su cuerpo. Gracias a una paciente y cuidadosa selección, ahora es posible producir gatos con rosetas desde los hombros hasta las caderas.

En los últimos años algunos criadores se percataron de la tendencia de algunos ejemplares marmolados a presentar pequeñas marcas negras en su patrón. Se han preguntado si algún día sería posible introducir estas marcas a las rosetas en forma de rosquillas y reproducir un patrón similar al del jaguar. Ya han sido notificados unos pocos casos de ejemplares con estas marcas dentro de sus rosetas. Quién sabe si este pudiera ser el primer paso para tener una raza de gatos con un patrón similar al del jaguar.

Unos criadores prefieren rosetas de gran tamaño y con buen espacio entre ellas, mientras otros por el contrario buscan rosetas más pequeñas casi entrelazadas unas a otras formando líneas horizontales por todo el cuerpo como en el Ocelote. Esta última variante se llama encadenamiento, y también se puede ver en gatos marmolados. Algunos previsores creen que en el futuro no va a existir esa diferencia que hoy conocemos como moteados y marmolados.

La mayoría de las veces, los cachorros no nacen con rosetas, sino con grandes manchas negras que con el tiempo se van ´´coloreando´´. Es muy difícil al escoger un cachorro saber cómo será su patrón de adulto, así como cuál exactamente será su color, que permanece en constante cambio durante poco más de un año. El estándar favorece colores cálidos: ´´las tonalidades rojizas en animales con alto grado de rufismo son preferibles sobre los colores amarillo pálido, crema, marrón dorado o naranja como color de fondo´´. Hace diez años la tendencia era la de animales más naranjas, hoy los criadores persiguen tonos entre dorados y amarillos para favorecer el contraste que es de la mayor importancia; aun en gatos que pierdan un poco de color con el paso del tiempo. Este fenómeno se llama desvanecimiento, y algunas líneas son más propensas que otras, lo que es muy difícil de saber dado a que la rapidez con que se desenvuelve la raza no permite trabajar con animales mayores de tres años.

La textura

El estándar exige un manto corto y denso: “denso y bien pegado al cuerpo, inusualmente suave y sedoso al tacto”. Los jueces usualmente dicen ser capaces de reconocer un Bengalí con los ojos cerrados, simplemente al tocar el animal. Muchos de los ejemplares que actualmente se exhiben han perdido esa cualidad pues buscando la apariencia salvaje, muchos criadores han reintroducido en sus programas de cría gatos con ticking y una menor calidad en su textura. Esto es un sinsentido si consideramos que durante largos años, los criadores han tratado de eliminar esta característica.

Existen gatos salvajes con ticking, como los autóctonos de Europa (Felis silvestris ibérica y Felis silvestris grampia), pero los que habitan en la foresta tropical como el ocelote, el jaguar o el margay no poseen ticking. Se debe tener en cuenta que el estándar pide “en su apariencia básica debe semejarse a un gato salvaje de la foresta tropical”, evitando sabiamente decir que debe parecerse al Felis bengalensis, pues existen 10 diferentes razas en esta especie, con fenotipos distintos.Además, es necesario saber que todos los Felis bengalensis usados para crear las nuevas líneas fueron nacidos en cautiverio y los zoológicos y particulares que los cruzaron, desafortunadamente le prestaron muy poca atención a las peculiaridades de las variadas subespecies, por lo que es imposible determinar la subespecie exacta con la que se trabaja actualmente.

No tiene sentido pretender que el ticking, por tanto, es parte de la herencia salvaje o que le añade algo positivo. Pudo haber sido introducido por alguno de los gatos salvajes originales, pero los Abisinios son los principales responsables, dado que un gran número de ellos fueron introducidos por sus aportes al color de la futura raza.

El glitter: muchos de los Bengalíes que vemos hoy en exposiciones lo poseen y luce al incidir la luz como si el gato estuviera cubierto por un polvo dorado en el caso de los carmelitas. Esto es hermoso, espectacular y es una característica única de esta raza. El estándar dice que “el manto puede o no tener glitter, sin que ninguno de los dos tengan preferencia”. Esta indiferencia se debe a que el glitter no aporta nada al aspecto salvaje de la raza, aunque se asocia con una buena calidad de la textura de su pelo.

 La cabeza

La cabeza juega un importantísimo papel en el objetivo de la raza, aun mayor que el patrón. Se puede reconocer la pantera negra como animal salvaje aunque no posea las rosetas del leopardo. Nadie puede dudar la naturaleza salvaje del Felis bengalensis, que solo tiene manchas negras. De igual forma, un Bengalí con un patrón espléndido y la cabeza y el cuerpo de un gato doméstico, pierde la mayor parte de su aspecto salvaje. Esto ha sido olvidado por los criadores desde hace algún tiempo, y puede que esta sea la razón por la que los jueces a veces favorecen a ejemplares con una cabeza salvaje, aun teniendo ticking y sin presentar rosetas.

Hubo polémica acerca de si la forma de la cabeza debía ser como la de la cabeza del leopardo o si debía lucir como la del Felis bengalensis. El estándar no ayuda mucho al respecto pero hay que decir que la tendencia actual de los criadores para lograr la cabeza ideal, es conseguir una cabeza como la de este último, que tiene un hocico más corto y la frente casi el doble de largo que la nariz.

Las mejores cabezas actualmente tienen un perfil recto con nariz poderosa, aunque se permiten perfiles ligeramente cóncavos. Es muy interesante ver cómo suele cambiar la expresión de los cachorros alrededor de los cinco o seis meses, cuando la nariz se hace más fuerte y el perfil más recto.

Cuando se comparan las almohadillas de bigotes de algunos gatos que vemos en las exposiciones con las del Felis bengalensis, da la impresión que muchos criadores han tenido la tendencia de crear Bengalíes con almohadillas demasiado grandes. Por otra parte, es muy raro encontrar Bengalíes con mentones tan poderosos como se desea. Para el futuro los criadores deben prestar más atención a este aspecto.

Los Bengalíes con buenas orejas son raros en el presente y deben ser muy apreciados, debido a que las orejas presentan elementos muy difíciles de trabajar, como son el tamaño, la forma y la implantación. Para lograr las orejas deseadas se requiere cuidadosa selección durante muchas generaciones y un cruzamiento desafortunado puede llevar al traste los esfuerzos de muchos años. El tamaño y la forma pueden ser estimadas en cachorros de una o dos semanas pues luego crecen mucho y parecen ser muy grandes. La calidad de las orejas no debe ser evaluada entonces antes de los cuatro meses de edad.

No se desea una cabeza larga, como en los asiáticos, ni demasiada redonda, elemento que perjudica a los sementales en las exposiciones, pues ellos tienen

En resumen, todavía falta mucho trabajo por hacer y los sueños son tantos que lograr su realización sobre el cuerpo de un gato es una utopía tan intangible como la perfección en sí misma. Lo que sí es seguro es que se ha establecido una raza con gran repercusión en todo el orbe y que cuenta con el mérito adicional de ser saludable debido a que el estándar no lleva al extremo ninguna característica, además de la herencia de una especie que ha tenido que reafirmarse en la selección natural durante un tiempo mucho mayor que los gatos domésticos.

…y la hechicera por las noches arrancaba pelos del lomo de su bestia, mitad gato y mitad pantera.

2 comentarios para “El Bengalí: tendencias actuales y retos futuros”

  • Yanelys says:

    Muy interesante escrito. De las razas existentes en Cuba es la aque más me gusta, todos los gatos de esta raza que he visto en las exposiciones son preciosos pero lo que más me gusta de ellos es el color del pelo, ese color naranja es único, el otro día identifiqué uno que vive en Marianao cerca de 35 y 102, estaba lejos pero por el color dije es un bengalí y la dueña que me estaba escuchando desde el balcón de la casa me lo confirmó con la cabeza y con una sonrisa, en cuanto tenga cupo en la casa para otro felino, sin dudas será un bengalí.
    Saludos

    • ACAG says:

      La raza Bengalí tiene dos variedades de acuerdo a su color: la carmelita, que es a la que hace referencia este artículo y la nevada, esta última con tres subvariedades: la lince, la sepia y la visón, con un color claro en su manto, debido a que en el proceso de creación de la raza, introdujeron gatos siameses en el plan de cría. En la sección correspondiente a Razas -> Bengali de este sitio, puede ver fotos de bellisimos Bengalies nevados que tenemos en Cuba.